Los Laicos hacen equipo con el Sacerdote
- Admin
- 7 oct
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¿Qué dice la Iglesia sobre los apostolados de los laicos?

Apostolado de inserción y de colaboración
617- Los laicos deben desempeñar su misión apostólica en una doble dimensión: tanto al exterior, como al interior de la Iglesia. Al exterior haciendo presente el Evangelio en las diferentes actividades temporales e instituciones de la sociedad. Es su apostolado de inserción. Al interior de la Iglesia, tomando parte en las actividades pastorales que organizan los obispos y los presbíteros. Es su apostolado de colaboración.
618- Es urgente el apostolado de inserción de laicos sobre todo en los ambientes seculares a donde no puede llegar la acción directa de la jerarquía. Los laicos están especialmente llamados a hacer presente y operante a la Iglesia, en aquellos lugares y circunstancias en que sólo puede llegar a ser sal de la tierra a través de ellos (LG, 33). El apostolado de inserción en los ambientes seculares de la economía, de la política, de la cultura, de la educación, de los medios de comunicación, etc., es el apostolado propio y específico de los laicos. Para ello deben capacitarse y cultivar una profunda espiritualidad evangélica. "El carácter secular es propio y peculiar de los laicos... Viven en el siglo... Allí están llamados por Dios para que contribuyan a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermento" (LG, 31; CIC, 898).
619- El Documento de Santo Domingo presenta como desafío el "que todos los laicos sean protagonistas de la Nueva Evangelización, de la promoción humana y de la cultura cristiana. Es necesaria la constante promoción del laicado, libre de todo clericalismo" (SD, 97). Vale la pena resaltar la palabra: protagonistas. A propósito del apostolado de inserción, el Vaticano II dice: "Entre las obras de este apostolado sobresale la acción social cristiana, la cual desea este santo Concilio que se extienda hoy día a todo el ámbito temporal, incluida la cultura" (AA, 7).
620- Hay diversos grados de actuación y de compromiso eclesial en el mundo. Esto exige también una corresponsabilidad y distintos grados de colaboración entre la jerarquía y los seglares, especialmente en cuanto concierne a la misión en el mundo. Esto implica asumir el protagonismo de los laicos con todas sus consecuencias; esto implica aceptar sus iniciativas, sin reducirlos a meros ejecutores. "Anímense incluso a emprender obras por propia iniciativa" (LG, 37). El Decreto Apostolicam actuositatem, tiene un texto pleno y maravilloso: "Los laicos tienen su parte activa en la vida y en la acción de la Iglesia... Su acción, dentro de las comunidades de la Iglesia es tan necesaria, que sin ella el propio apostolado de los pastores no puede conseguir, la mayoría de las veces, plenamente su efecto" (AA, 33). El apostolado de colaboración en las tareas pastorales de la Iglesia, fundamentado en los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación, es derecho y deber de los fieles laicos conforme a los carismas o dones que han recibido del Espíritu Santo para el bien de las comunidades eclesiales.
621- Precisamente por esto, los laicos, deben ser reconocidos no sólo como destinatarios de la acción pastoral, sino, además, como verdaderos agentes y, en no pocos casos -como nos lo ha recordado explícitamente Santo Domingo- aún como protagonistas. De esta manera han de tomar sus responsabilidades y compromisos dentro de la vida eclesial. Y cuando hablamos de laicos no debemos olvidar a las mujeres, cuyo papel es tan grande e insustituible en la transmisión de la fe y en la animación misma de las comunidades; ellas deben sentirse reconocidas en estas tan importantes responsabilidades (AA, 9). Refiriéndonos más concretamente a la vida parroquial, hemos de darnos cuenta de que los laicos tienen su lugar insustituible en los consejos pastorales, en los equipos coordinadores básicos, en los consejos para los asuntos económicos, en los distintos equipos de animación parroquial acordes con el triple ministerio, tal como lo prevé y ordena el Derecho de la Iglesia (CDC, 517; 536-537).
622- Los laicos también pueden ser llamados de diversos modos a una colaboración más inmediata con el apostolado de la jerarquía, al igual que aquellos hombres y mujeres que ayudaban al apóstol Pablo en la Evangelización (Fil 4, 3; Rom 16, 3ss)... "Incumbe a todos los laicos la preclara empresa de colaborar para que el divino designio de salvación alcance más y más a todos los hombres" (LG, 33). El apostolado de colaboración es apremiante, sobre todo en las parroquias y en los movimientos apostólicos. La preparación que reciben en los movimientos y asociaciones laicales, no ha de ser para encerrarse en sí mismos, sino para proyectarla en un servicio de mayor calidad en las mismas comunidades parroquiales y en todos los demás ambientes seculares. Los laicos no pueden cerrarse sobre sí mismos, aislándose de la comunidad eclesial, sino que deben vivir en convivencia con los demás y con sentido de fraternidad (CL, 20).











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